Diari Menorca, 15 de setembre de 2013
El auditorio del instituto Josep Maria Quadrado de Ciutadella se llena de público para disfrutar de la presentación en la Isla de la última producción del músico mahonés, “My friend Marko”
Cuando uno lee el currículum de Marco Mezquida llama la atención todo lo que ha hecho en el mundo de la música en tan poco tiempo. A sus 26 años ha participado en más de 25 discos, la mayoría de ellos como “sideman”, y ha sido premiado en dos ocasiones por la Associació de Músics de Jazz de Catalunya. Pero todo encaja cuando se le ve en un escenario, como sucedió el pasado viernes dentro del Marco del Festival Internacional de Jazz de Menorca. El concierto explica a la perfección quién es Marco Mezquida y hacia dónde se dirige.
Llegó a Ciutadella a presentar su último trabajo discográfico, “My friend Marko”, un álbum que en su discografía cuenta con la particularidad de recoger composiciones propias y que interpretó en formato de trío, junto al contrabajista sueco Marko Lohikari y el batería argentino Carlos Falanga, todos ellos formados en la ESMUC, la Escuela Superior de Música de Catalunya. A largo de cerca de dos horas, el pianista menorquín dio buena cuenta de su virtuosismo e hizo gala de poseer un gran dominio del lenguaje músical en sus diferentes géneros.
La noche arrancó con el tema “Dama de Nit”, un tema inspirado por Menorca y el olor de las noches de verano en el puerto de Maó. Fue un comienzo suave y contemporáneo, que giró por completo con la siguiente interpretación, “Checkpoint Charlie”, una mirada al bebop y al jazz de los años 40. Tras la introdución musical, Mezquida agarró el micrófono para confensar que no podía describir “el honor de actuar en casa” y la responsabilidad que ello suponía.
El concierto siguió tomando forma en el auditorio del instituto Josep Maria Quadrado, lleno casi por completo, y en el que la temperatura fue subiendo por momentos, y no solo por la agitación musical, sino por la falta de un sistema de ventilación. Los músicos sudaron lo suyo, y quizás para bajar un poco el ritmo el siguiente tema que sonó fue “My lady loves me in E-Flat”, una pieza más tranquila y con cierto toque romántico, y posteriorente vino la balada “Alice”, quizás el momento más sosegado y bonito de toda la noche.
Pero el ritmo más movido no tardó en llegar, y lo hizo con “Always late”, un tema acelerado inspirado en el contrabajista Lohikari, a quien por cierto está dedicado el disco de Mezquida. Volvió la calma con “Taiko”, una pieza que tal y cómo explicó el artista desde el escenario se acercaba al vals y estaba inspirada en un gato. Y es que el pianista no perdió oportunidad de ofrecer al público detalles sobre sus composiciones. La más curiosa fue la de su siguiente tema, con el curioso título de “Radiohead/Monsant Elevation”, nacida de la mezcla de escuchar a la banda británica liderada por Thom Yorke y el disfrute de un vino de denominación de origen catalana. El resultado, excelente, brindó otro de los momentos más intensos de la noche, con un guiño final a la inspiración propiciada por Radiohead en el que sonaron las notas de “No surprises”.
Ya en el último tramo, de nuevo micrófono en mano, agradeció al público la asistencia, y pidió un aplauso para Jazz Obert por su mérito de sacar adelante un festival en los tiempos tan difíciles que corren para la música en directo, “algo por lo que hay que seguir luchando”, aseveró. También quiso tener palabras de agradecimiento para uno de sus profesores, el pianista Suso González. Y puestos a rendir homenajes, continuó con “Agustí for president”, un tema de su disco en el que rinde honores a otro de sus maestros en la ESMUC, Agustí Fernández. Y así se comenzó a poner el broche a una calurosa noche de jazz, cerrada con un bis, en la que Mezquiza presentó su particular candidatura a “presidente”. Un músico joven, sobradamente preparado y que sabe conectar con el público, cualidades más que suficientes para seguir adelante con una brillante carrera. El viernes se ganó unos cuantos votos.